martes, 29 de noviembre de 2011

Deus ex machina


Hace un par de días sentí la extraña sensación de que la realidad no lo era como tal. Una casualidad ocurrió a mi favor, y pensé que era demasiada casualidad. Tampoco creo en el destino. Me invadió una nueva visión, un sentimiento de que nada era real, que yo estaba muerta y me encontraba en el purgatorio, donde todo es controlado. Cruzaba la carretera y me preguntaba, si me quedo aquí parada, ¿qué ocurriría? Me acordé inevitablemente de aquella vez, cuando yo tenía unos diez años, que crucé en rojo porque un misterioso hombre me dijo "ya puedes cruzar". Yo obedecí sin más, a pesar de que venían varios coches, y todos pararon y me pitaron pero yo no me inmuté. Puedo decir que es la cosa más rara que me ha pasado nunca. Y me dije a mí misma, ¿y si aquello tampoco fue producto del azar? Entonces intenté rememorar las veces que he estado a punto de morir, que desgraciadamente no ha sido una sino dos o tres - según el punto de vista -, amén de varios proyectos de atropello por parte de simpáticos conductores. ¿Y si ya estoy muerta? ¿Y si mi vida actual es una ilusión que solo trata de compensarle a mi alma mi prematura muerte?
Pero hoy, a pesar de que esos pensamientos fueron muy poderosos, ya no creo eso. Ahora me siento más viva que nunca, porque no voy con temerosa impasibilidad, sino que me siento tan agotada que solo puedo pensar en la muerte, que claramente aun no me ha llegado. Hacía mucho que no me sentía así. Qué tonta fui, pensando que todo iría bien, que yo mejoraría y no sería para mí un cáncer esta personalidad que padezco desde que tengo memoria. Me veo acorralada, y ante eso mi bajo psicoticismo hace que me paralice; pero es un estado tan ahogante y desgarrador que no quiero continuar con ello. Y se me acabaron las opciones, las oportunidades, las ilusiones de toda una vida que ha llegado desgraciadamente a su ocaso y busca esa muerte prematura que he estado previendo desde hace varios meses. Pensaba que sería un tumor cerebral. Quizá ese tumor es metafórico, porque soy yo la que se boicotea desde dentro. No estoy preparada para afrontar lo que está por llegar.

Hoy es el décimo aniversario de la muerte de George Harrison. Lo envidio porque él estaba preparado para la muerte, se preparó para dejar este mundo de forma que en sus últimos momentos brilló como nunca; yo, a pesar de que la deseo fervientemente, tengo miedo y no puedo, voy a estar atrapada para siempre, a no ser que alguien me sacrifique como a un pobre perro desgraciado e inválido.

"El harakiri era una práctica común entre los samuráis, que consideraban su vida como una entrega al honor de morir gloriosamente, rechazando cualquier tipo de muerte natural. Por eso, antes de ver su vida deshonrada por un delito o falta, recurrían con este acto a darse muerte." - Wikipedia.

lunes, 10 de octubre de 2011

Una de esquizofrénicos



Hace dos años, me dirigía a mi casa saliendo del metro de Avenida de América. Eran las 12 y pico de la madrugada, e iba sola. Subiendo la calle vi cómo un hombre se me estaba acercando. Era de mediana edad, bajo, gordito, calvo. Entonces me preguntó dónde había una ferretería por allí. Contrariada por la pregunta y por su voz aguda, le respondí indicándole una pero advirtiéndole de que no estaría abierta; a lo que respondió que era para ir al día siguiente. Entonces me hizo la verdadera pregunta clave: que si quería saber para qué iba a ir a una ferretería. ERROR: le contesté que sí (maldita incapacidad para negarme a hablar con desconocidos). Entonces, según caminábamos hacia la ferretería (en dirección a mi casa, ¡bieeen!) me cuenta que va a hacer un corto sobre una chica cuyos seres queridos mueren a manos de un loco asesino, y que ella se propone matarlo. Sigue con el relato hablando mucho y muy deprisa, y sin anestesia ni nada empieza a pedirme ideas sobre cómo matar a ese hombre con distintos utensilios de ferretería. Yo cada vez estaba más nerviosa, no sabía que hacer, así que le seguí la corriente pensando que eso sería la mejor opción para mi supervivencia, en vez de salir corriendo (pensé que entonces me perseguiría y posiblemente me daría caza violentamente), y le di ideas maravillosas. Y ya ocurrió lo más enfermizo: el hombre se tumbó en el suelo, como si fuera a hacer flexiones pero con las piernas abiertas, y me pidió que fingiera que le estrangulaba con la correa de mi bolso. Entonces ya, por fin, fui capaz de decir: no. Así que el hombre se levantó, me dio las gracias y se despidió de mí. Salí pitando a mi casa, sin dejar de mirar atrás. No me siguió.

Al poco se lo conté a una amiga, y con total indiferencia me dijo que a ella también le había ocurrido, en el mismo lugar, pero sin embargo a ella le contó - sin consentimiento alguno - que quería ir a la ferretería para comprar cosas para un MUSICAL. Lo que marcó la diferencia es que mi amiga le ignoró y se fue tan tranquila. Eso, y que a ella le ocurrió al mediodía. Yo, alucino.

Otro buen día, esta amiga y yo llegábamos a Avenida de América casi a las 2 de la madrugada y subimos la calle, llegando hasta el parque que está doblando la esquina de Avenida de América. Entonces, un hombre solitario nos pregunta DONDE HAY UNA FERRETERÍA. Mi amiga le dijo que no, yo me quedé muda, y las dos aceleramos el paso mirándonos y cuchicheando "era él, era él".
Y hasta aquí, nada más, salvo que un día me pareció verle en la acera de enfrente del parque.

Hace una semana, salí a las 2 de la tarde del metro de Avenida de América, pensando en mis cosas, mirando qué canción poner en mi ipod en lo que daba la vuelta a la esquina, cuando me percato de que alguien me estaba hablando; en lo que levanto la mirada para atender a la cuestión, escucho la palabra "ferretería" adornada con esa voz aguda, saliendo de los labios de esa cara que hacía tanto que no veía. Con los ojos como platos, respondí "no" y volví a bajar la mirada, aceleré el paso y me alejé mientras escuchaba "ah, bueno, vale". Con el corazón en un puño fui rápidamente a mi casa, sin dejar de darme la vuelta para ver si me estaba siguiendo, pero no. A las 3 tenía cita en una peluquería en la acera de en frente de Avenida de América, la que está junto a una carretera muy ancha. Muy a mi pesar fui, porque no quería perder la cita. Cuando llegué allí y le conté a la chica lo ocurrido, se llevó la mano a la boca, escuchó mi historia, y procedió a contar la suya: me comentó que "el otro día" ese hombre entró en la peluquería, preguntó por una ferretería y, tras obtener una negativa por respuesta, volvió a hacer su pregunta estrella "¿quieres saber para qué?", y les dijo a las presentes que quería matar a alguien y que quería ir a una ferretería para comprar un arma pequeña y matarlo por detrás. Tras la nueva negativa de las señoritas, se fue pacíficamente, como siempre. Imaginad cómo volví a mi casa después de aquello: histérica, medio llorando, con náuseas y sintiendo una mirada acechante que no apareció en realidad. Cuando llegué a casa llamé a la policía y me dijeron varias cosas: que llamara al 112 porque son ellos quienes se encargan de los enfermos mentales; que no iban a mandar una patrulla si no estaba segura de que el hombre siguiera allí; y que como el hombre solo es un enfermo mental qe cuenta la misma historia a todo el mundo y no ha hecho daño a nadie, que no podían detenerle. Cuando colgué ya exploté y me vinieron varios mensajes a la cabeza, siendo el más representativo el de: me van a matar por detrás.

Ante tanta histeria, decido con ayuda de mis amigos que seguiré yendo por el mismo camino, para poder llamar al 112 si le veo. Aun sin estar muy tranquila, me tomo la libertad de preguntar a mi profesor de Criminología, que me dio unas cuantas respuestas muy interesantes y me animó a llamar al 112, asegurándome que no corría ningún peligro a manos de ese esquizofrénico - diagnóstico exprés-, más que nada porque por lo menos a mí me había preguntado por mis ideas.

Ahora paso por allí cada día, al ir y volver de clase, y mi estado de alerta ha hecho que me haya pegado varios sobresaltos. Está en mi cabeza, y aunque no le vea, es como si estuviera en cada esquina. Estoy segura de que el muy cabrón aparecerá cuando ya me haya olvidado de él. 

Cuidado, gentes.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sexo y muerte


Son las 4 de la madrugada de un día no demasiado veraniego, y por azares del destino me encuentro buscando sexo en las canciones. Pero brota, como siempre, ese pensamiento tenebroso junto a ese sentimiento de miedo y tristeza. En los últimos meses he tenido ciertos problemas físicos que, junto a frases desafortunadas de médicos y mi hipocondríaca imaginación, me han hecho sentir que no me queda más de lo que queda de año para que llegue mi hora. Cuando lo siento en mi interior, pasan diferentes cosas según el momento: puedo llorar, puedo sentirme desesperanzada, asustada, aterrada ante la larga y dolorosa muerte que voy a sufrir; o también puedo sentirme tranquila ante el inminente destino. Me resulta preocupante sentir esto último, porque no soy muy partidaria de la muerte, es más, es algo que literalmente no soporto. Entonces, empiezo a entender por qué no parece importarme morir pronto.
Llevo años y años temiendo el momento en el que alguien a quien quiera, muera. Desgraciadamente, hace casi un año eso ocurrió, y aun sigo sufriéndolo, aunque el dolor ha ido cediendo poco a poco. Pero sé que lo peor está por llegar, porque aunque este hombre fue muy importante para mí, no es comparable a otras personas de mi vida sin las que no soy nada. Lo peor está aun por llegar. Me imagino aquí, en mi salón, sin poder dejar de llorar, sin poder levantar la vista de un punto fijo y oscuro del cojín del sofá en el que he hundido mi rostro húmedo. No sabría cómo enfrentarme a la vida tras algo así.
¿Entendéis ya por qué morirme me tranquiliza? Porque cuando esté muerta, el trabajo de preocuparse de mi muerte y del resto de muertes les tocará a otros.
Soy lo peor, pero cuando esté muerta me dará igual haber sido mejor o peor.


PD: No es normal que no uno, sino DOS médicos te digan que tu temblor en el párpado puede ser síntoma de una enfermedad cerebral, ¿verdad? Y esto último lo digo para que comprendáis que mi paranoia no me la he construido yo sola.

PD2: Body Language, de Queen.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Viento negro, luna blanca...


Viento negro, luna blanca.
Noche de Todos los Santos.
Frío. La campanas todas
de la tierra están doblando.
El cielo, duro. Y su fondo
de un azul iluminado
de abajo, al romanticismo
de los secos campanarios.
Faroles, flores. Coronas
-¡campanas que están doblando!-
... Viento largo, luna grande,
noche de Todos los Santos.
... Yo voy muerto, por la luz
agria de las calles; llamo
con todo el cuerpo a la vida;
quiero que me quieran; hablo
a todos los que me han hecho
mudo, y hablo sollozando,
roja de amor esta sangre
desdeñosa de mis labios.


Juan Ramón Jiménez.

martes, 23 de agosto de 2011

Lo que era mío

Creo que te hiciste con tanto poder sobre mi persona que me robaste el que yo misma tenía. Ahora me he quedado sin nada, porque tú te lo llevaste todo. Y la culpa es mía, porque derrumbé mis muros ante quien no debía; y aunque no lo merecieras, jamás debí permitir que nadie se me acercara tanto. ¿Cómo puedo recuperar mi poder sin acercarme a cogértelo?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Fantasmas del presente.

Lamina es el nombre de una chica con la que he soñado hoy. Lamina, que no lámina; tiene el acento en la i. He comprobado en Google que ese nombre ni existe. El caso es que Lamina representaba todo lo que yo no soy. Yo estaba con ella, y con otras personas tampoco escogidas al azar. Pronto nos quedamos solas en aquella ciudad imaginaria donde ibas en un taxi muy lento y que te daba el viaje haciéndote sentar en el techo. Salíamos corriendo, hacia una especie de parque grande y bonito, como lo es El Retiro, pero no era ese. Ella me acompañaba hasta que encontrábamos a aquellas personas; eran antiguos amigos míos, no excesivamente importantes, pero que realmente marcaron una época de mi vida que hace mucho que pasó. Una de esas personas rodeaba con su brazo a alguien a quien rápidamente identifiqué y saludé: Hola, yo del pasado. Tras decirle eso, me asombré, pues tenía a mi yo del pasado sentada frente a mí, en un soleado banco, rodeada de amigos que se la quieren beneficiar claramente. Entonces, esas personas se transformaron en mi familia, y una verja negra surgió del suelo, justo donde yo estaba, y me cortó el paso. Al otro lado estaba Lamina, que es una chica segura de sí misma, guapa, inteligente, querida y feliz. Mi familia hablaba con ella alegremente mientras yo era mera espectadora y mi yo del pasado me miraba como diciendo: ni eres mejor que yo, ni mejor que ella. Y no podía hacer otra cosa que ver lo que ocurría delante de mis ojos, e intentar impresionar a Lamina, la cual ya me había impresionado a mí y a todos los que me importaban. Y me di cuenta de algo que en realidad ya sabía: Lamina lo es todo para mí. Es lo que persigo. Y, desgraciadamente, esa chica no se llama en realidad Lamina, y lo sé porque tenía el aspecto de alguien a quien ya conozco que no se llama así. Pero existe. Sé quién es. Es alguien real. Y eso me llena de dolor, porque si alguien así existe, ¿por qué yo no puedo ser como ella? Nunca podré ser esa persona, básicamente porque no soy esa persona.

domingo, 3 de julio de 2011

Recuerda...

Estos días se cruzan dos situaciones: primero, estoy haciendo limpieza en mi casa; segundo, en breves voy al concierto de Foo Fighters. Por tanto, escucho constantemente a Foo Fighters, y no paro de encontrarme con un montón de objetos a los que van unidos recuerdos. Muchos de éstos objetos corresponden a recuerdos de personas que ya no están en mi vida; estarán en otras, pero desgraciadamente ya no están en la mía, por tristes motivos. Personas a las que he perdido con todo el dolor de mi corazón, y que recuerdo hoy con rabia y amor. Entonces escucho "one more year and you're not here, that's gone and passed you by, what happened to you?" y digo, ¿HOLA? ¿Alguien me ha leído el pensamiento?... leo la letra entera de la canción... y cada vez es más chocante, todo es tan real, todo está hablando de mi situación... Después me doy cuenta de que solo soy una de las millones de personas que han perdido a alguien a quien echan de menos. Pero nunca puedes evitar pensar que todas las canciones hablan de ti cuando tienes un pensamiento constante y recurrente...

Dedico esa canción a todas esas personas. Siento mucho que ya no podamos estar juntos.

Foo Fighters - Resolve


Something that I felt today, something that I heard
Swingin' from the chandeliers, hanging on your word
I remember watchin' you once upon a time
Dancing from across the room in another life

A little bit of resolve is what I need now
Pin me down, show me how
A little bit of resolve is what I need now
Pin me down, show me how

Lookin' back to find my way, never seemed so hard
Yesterday's been laid to rest, changing of the guard
I would never change a thing even if I could
All the songs we used to sing, everything was good

A little bit of resolve is what I need now
Pin me down, show me how
A little bit of resolve is what I need now
Pin me down, show me how

One more year that you're not here
It's gone and passed you by
What happened to you, what happened to you?
One more tear that you won't hear
That's gone and passed you by
What happened to you, what happened to you?

A little bit of resolve is what I need now
Pin me down, show me how
A little bit of resolve is what I need now
Pin me down, show me how

A little bit of resolve
One more year that you're not here
It's gone and passed you by (a little bit of resolve)
A little bit of resolve
One more year that you're not here
It's gone and passed you by (a little bit of resolve)

domingo, 26 de junio de 2011

Razones

Razones para no querer vivir:


Creer que estás solo o lo estarás.
Creer que nadie te quiere ni te querrá.
Creer que eres mala persona.
Creer que no mereces vivir.
Creer que nada tiene solución.


Razones para seguir viviendo:


Saber que puedes estar equivocado.

jueves, 2 de junio de 2011

Orfeo y Eurídice: del mito y su interpretación


Orfeo está casado con Eurídice, y están muy unidos. Un día, Eurídice está paseando por el río y el sátiro Aristío intenta violarla; ella escapa, y entonces una víbora le muerde el tobillo: el veneno la mata. Orfeo está desolado y decide ir al Hades: intenta devolverla del mundo de los muertos, y se hace valer de su arte con la lira. Encuentra a Caronte, y como no tiene con qué pagarle, le toca la lira y éste se siente pagado. Cérbero no le deja pasar, pero con la lira lo amansa. Hades le dice que no puede llevarse a Eurídice, pero Orfeo toca la lira, maravilla a Hades y le permite que se la lleve yendo ella detrás de él sin poder mirarla hasta que no estuvieran fuera del Hades. Hacen el camino de su vida. Orfeo, cuando ya está viendo la luz del exterior, empieza a dudar de si ha sido engañado, y se gira. Ahí está Eurídice (con Hermes, que acompaña a las almas). Hermes se la lleva, ellos se dicen adiós. Orfeo ya no puede volver al Hades.


Haciendo gala de mi gusto por la hermenéutica a la hora de ahondar en los mitos clásicos, creo que este trágico mito representa las oportunidades de la vida, y a la vez, lo efímero y frágil de ésta.
Orfeo pierde a Eurídice, pero no lo acepta, no siente la pérdida, y lucha pasando por diversas pruebas para conseguir lo que quiere, que es recuperar a su mujer. Cuando todavía no lo ha logrado, asalta en su corazón un pensamiento: "realmente he perdido a Eurídice, esto es un engaño". Se da la vuelta: mira hacia atrás. Eurídice se desvanece. 

Representa claramente el acto de tratar de recuperar lo perdido: lo intentas una y otra vez, no lo estás consiguiendo, y te paras a pensar en ello, en que no has conseguido lo que querías. Lo asumes. Miras al pasado, todas tus acciones infructuosas. Y es en ese momento cuando te detienes. Y toda posibilidad se desvanece: ya lo has perdido de verdad, porque no vas a seguir intentándolo.

Si pudiera sacar una conclusión de esto, sería la siguiente: 


El momento en que te das cuenta de que has perdido algo, es entonces cuando de verdad lo has perdido.

miércoles, 25 de mayo de 2011

TIME

El tiempo. Nuestro amigo y nuestro enemigo. El que da la posibilidad de vivir, y el que te roba la vida.



El tiempo es artificial, no existe como tal; las personas lo hemos inventado para poder organizarnos y vivir en sociedad. Hemos creado un calendario, unas horas del día y unas de la noche, las semanas duran esto y los meses duran aquello, y el 31 de diciembre se acaba un año y con él una etapa.
También tenemos el tiempo personal, que es subjetivo, es de cada uno; ¿cuánto tiempo llevo aquí sentada estudiando? ¿Veinte horas? No, solo llevas cinco. Pero, ¿a que parecía que llevabas veinte? Ese tiempo traicionero que nada dura cuando estás sintiendo felicidad, y que es tan lento y doloroso cuando sufres. 
Al haber inventado los seres sociales el tiempo, deberíamos disponer de él como se nos antojara, controlarlo, debería ser nuestro. Pero todos sabemos que eso no es así. ¿De qué sirve tener todo el tiempo del mundo, si no tenemos tiempo para hacer nada?
Por último, hay un tiempo que, en realidad, sí existe: el tiempo de tu cuerpo. El tiempo pasa, tu cuerpo se resiente, cada día estamos más cerca de una muerte segura que no sabemos cuándo ocurrirá. Algunos saben que no les queda demasiado; otros creen que sí, que pueden seguir viviendo, y entonces... el tiempo del cuerpo se les acaba. Cruelmente tenemos un tiempo limitado, que la mayoría de nosotros no sabemos cuánto es, y tenemos que vivir en un tiempo artificial con sus quehaceres artificiales.
Detente, un momento, hazlo; ¿qué estás haciendo ahora, en qué consiste tu vida? ¿Qué ocurriría si nos detuviéramos a analizar en qué invertimos nuestro tiempo? ¿Realmente hacemos lo que deseamos, o por lo menos invertimos la mayoría de nuestro tiempo vital en ello? ¿Hasta qué punto están determinados nuestros actos por leyes sociales? Te levantas, vas a estudiar, vas a trabajar, comes, sigues trabajando o estudiando, estás en casa, haces lo que sea y duermes, o sales. ¿Eso es vida? ¿En ello invertimos nuestro limitado tiempo? ¿Cuántas oportunidades de ser felices hemos dejado pasar por hacer lo que pensábamos que queríamos o debíamos hacer? ¿Hasta qué punto lo que creemos que hacemos por gusto, lo hacemos por inercia, por obligación, por seguir la corriente de nuestra cultura? Y miro atrás en el tiempo, todo lo que no hice y pude haber hecho, y tengo miedo de seguir así, porque la sociedad no va a cambiar y la sociedad determina nuestras vidas. Me aterra perder otro tren.
La sensación es de constante incertidumbre. ¿Cómo dirigir nuestras vidas, qué camino coger? ¿Me arrepentiré después? Parece que tomar un camino será irreversible, y a veces, lo es. No sabemos qué hacer. No nacemos preparados, y la vida tampoco suele prepararte para ser quien quieres ser.

El maldito tiempo. Siempre hay tiempo para hacer tonterías, o para hacer lo que los demás esperan de ti, pero este mundo nos limita tanto que apenas disfrutamos de la vida.

Pero qué más da, si el fin último de vivir es morir, y cuando morimos, ya nos da igual lo que hayamos vivido o dejado de vivir.

Time, Pink Floyd


Viendo pasar los momentos
que componen un día monótono
Desperdicias y consumes las horas
de un modo indecoroso

Vagando de aquí para allá
por alguna parte de tu ciudad
a la espera de que alguien o algo
te muestre el camino

Cansado de tumbarte bajo el sol
y quedarte en casa mirando la lluvia
Eres joven y la vida es larga
y hoy hay tiempo que matar

Y entonces un día te das cuenta
de que tienes diez años más tras de ti
Nadie te dijo cuándo correr
llegaste tarde al disparo de salida

Y tú corres y corres para alcanzar al sol,
pero se está poniendo
y girando velozmente para de nuevo
elevarse por detrás de ti
El sol es el mismo de modo relativo,
pero tú eres más viejo
Tu respiración es más corta
y estás un día más cerca de la muerte

Cada año se hace más corto,
nunca pareces encontrar tiempo
Planes que se quedan en nada
o en media página de líneas garabateadas
Esperando en silenciosa desesperación
a la manera inglesa

El tiempo se ha ido
La canción se ha acabado
Pensaba que tendría algo más que decir.

Hogar, hogar otra vez
Me gusta estar ahí cuando puedo
Cuando llego a casa frío y cansado
Es bueno calentar mis huesos
junto al fuego


A lo lejos, a través del campo
El tañido de la campana de hierro
Llama a los fieles de rodillas
Para que escuchen con voz suave los hechizos mágicos.

domingo, 22 de mayo de 2011

Miedo y asco en el 22M

Me voy a mudar a un país donde quede alguna esperanza de cambio y de progreso. Me da ASCO todo lo que está pasando en España. Se veía venir una catástrofe pepeísta, por lo que decidí votar al PSOE a pesar de no ser la mejor opción. Entonces, ocurrió algo inesperado: Spanish Revolution. Se iniciaba un nuevo movimiento en que derecha e izquierda se unía para lograr la democracia real y dejar atrás el bipartidismo. La propuesta principal era sencilla: no votar ni al PP ni al PSOE. Maldita sea lo confiada que he sido, pensando que la gente se comprometía con la causa. No he votado ni al PP ni al PSOE, claro.

Resultado: MALDITO PP DE MIERDA POR TODAS PARTES.

Los de derechas, por lo menos los acampados, son unos TRAIDORES, porque no se les ha ocurrido otra cosa que votar al PP cuando se supone que no iban a hacerlo. Estoy asqueadísima, de verdad, en este país que se deja engañar y manejar tan fácilmente.

Estoy CANSADA de que el PP aproveche la crisis para dejar el ridículo al gobierno del PSOE. Me da infinita pena que la gente crea lo que quiera creer. ¿No se dan cuenta de que es el sistema económico lo que controla todo, y que eso es lo que falla, no el PSOE? Es evidente. EVIDENTE. Si no, ¿por qué la crisis es mundial? ¿Es que NADIE quiere darse cuenta?

Invasión del PP por manipulación a los españoles. Está decidido: en las elecciones generales no me la juego. Esto es la guerra.

sábado, 30 de abril de 2011

Where do you go when no one's following you?


"Arlandria" es como empieza esto. Es lo primero que escucho. ¿Qué es? No lo sé. ¿Me importa? Sí, un poco. Pero no por ello lo busco. Vivo en un momento que cuando creía que no podía tener más cosas por hacer, surgen cosas nuevas, quiero y debo hacerlo todo, pero estoy tan saturada que al final acabo haciendo cualquier cosa estúpida que está fuera de la lista. Un momento, ¿qué lista? Necesito parar y ponerme a pensar pero ni así. Las ideas me apabullan, me abruman, me persiguen y no hay forma de organizarlas. Tengo tanto que hacer, tanto que pensar. Se me está juntando todo y creo que soy poca persona para tantas cosas. Estoy creciendo. Y conmigo, crecen los miedos, los dilemas, las decisiones difíciles. Necesito una madurez de la que no sé si dispongo. No puedo quedarme sentada esperando a que todo se solucione, ya no. Esto se trata de mí y solo de mí.
Sé que he crecido, lo noto y me alegro. Tal vez no me alegro de que a veces se me ha forzado a crecer. He tenido que tomar decisiones, me han pasado algunas cosas que no desearía a nadie, y menos a nadie tan joven como yo era. No quiero hundirme en mis miserias. Solo quiero que me conozcas y me comprendas. Siento que alguien le ha dado el botón de pasar hacia delante mi vida. Sin embargo me han pasado otras cosas que podrían haberme pasado en cualquier otro momento, joven o mayor, para las que simplemente yo, por ser como soy, no estaba preparada. Pienso en todo ello y veo que soy una persona fuerte. Pero no sé por cuánto tiempo.
Ahora mismo me encuentro en proceso de cambios en mi vida determinantes, y no encuentro apoyo de las personas de las que más lo necesito. Mi familia. No les importa lo que yo quiero. Siempre se trata de lo que quieren ellos; hay que sentirse afortunado cuando los deseos de las dos partes coinciden. Por eso me siento tan miserable y tan sola en todo esto. Por una parte me alegra que traten de evitar que me vaya, pero por otro lado... ¿no podrían alegrarse de que consiga mis objetivos?
Vuelvo la vista atrás una vez más. Ha pasado un año más. Ahora parece todo tan lejano, ahora mismo las fechas que importaban ya no significan nada. Pero a la vez, esos acontecimientos que en mi mente mantengo son aquellos que me colocan aquí y ahora, en mi vida. Está claro que la cosa se ha deformado, y lo que tendría que significar una cosa ahora significa otra muy distinta. Me doy cuenta de que hace un año sufrí y lloré, y esta vez es una imagen lejana. No pensé que llegaría este día. Sin duda, avanzo.
Menos mal.

viernes, 15 de abril de 2011

How can I try to explain?

Me he dado cuenta de que mis juicios de valor están plagados de estas dos expresiones: “me encanta” y “no soporto”. Blanco o negro, botella medio llena o medio vacía, dos extremos, dos polos opuestos, sí o no. Sinceramente no me consideraba una radical, pero ahora lo pienso y… ¿lo soy? Yo, que soy una persona que suele decir lo que siente – aunque cada vez menos, una va aprendiendo a callarse -, pues… si amo u odio… lo digo… y si lo digo, es porque lo siento…
Vamos, digo yo.

No sé si me gusta o no, me gusta tener las ideas claras, pero tampoco me gusta posicionarme y decirle a alguien que lo que hace no está bien. Pero creo que lo hago bastante a menudo.

Hoy me paraba a pensar, ¿por qué tengo que ser yo quien se adapte a los demás, y no los demás a mí? Deberíamos adaptarnos unos a otros, pero en la práctica eso no es así ni de lejos. Pensaba, si yo pido a alguien que no me haga algo que a mi me duele, ¿por qué el hecho de que a él no le pase lo mismo justifica que no lo cambie? No quiero irme de la lengua, no quiero tener que estar explicando la causa primera de todo lo que me molesta de forma más o menos irracional. Aseguro que no pido demasiado.

Me siento muy confusa con todo esto, empiezo a desconocerme, a impersonalizarme, a verme vacía.

viernes, 25 de marzo de 2011

Todas las criaturas de este mundo mueren solas

Hay una discusión eterna sobre si se puede cambiar el destino. También hay una discusión sobre si el destino existe, y yo aquí doy por hecho que sí, si por destino hablamos de genética. La genética es algo difícilmente modificable, sí, y nos trae predeterminados para ciertas capacidades, ciertas habilidades, y ciertas características mentales y personales.
Hay un hombre que seguramente estaba predestinado a estar solo. ¿Por qué? Él siempre fue un niño atrapado en el cuerpo de un hombre. Eso a lo que yo llamo "forever young". Un hombre inmaduro, caprichoso, irracional, egoísta, maníaco, duro, impulsivo. Y lo peor de todo es que se cree la persona más madura e íntegra sobre la faz de la Tierra. Lo que viene siendo en realidad un hipócrita, pues no predica con el ejemplo. Parece hacer caso omiso del "no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti"; he tenido mucho contacto con niños y no parecen interiorizar ese principio moral, lo cual alimenta mi teoría sobre el carácter infantil de este hombre. Cuando tengo que decirle a alguien por qué he cortado toda relación con este hombre, me limito a resumir "porque está mal de la cabeza". Y yo intento no generalizar a la ligera. Él está mal de la cabeza. Porque esas características de su personalidad han sido del todo incontroladas, sea por comodidad o por esfuerzos por "aceptarse tal y como es", y le han llevado a cometer actos que normalmente te harán pensar "¿es que se ha vuelto loco?". Además de todo esto, él tiene graves problemas emocionales, ya que se siente muy solo. En verdad, él está solo. Pero él se ha ganado a pulso que todos los que lo querían pusieran un perímetro de distancia en torno a él. Se hace querer tan fácilmente como se hace odiar. Te lo da todo tan rápido como te lo quita. Una persona del todo inestable.
Pues bien. Es posible que él no pensara que se quedaría solo, él tuvo amigos y personas que lo querían, pero poco a poco las ha ido perdiendo, y el hecho de que aparecieran nuevas personas no le ayudó nada a ver que se iba a quedar finalmente solo. Sin embargo, yo, que conozco su historia y su final, puedo reconocer claramente que voy por el mismo camino. Y me convenzo aun más porque él y yo tenemos una semejanza innegable en casi todos los aspectos. Solo que yo aun soy joven y él no. Aun me quedan muchos años de esperanza, todavía tengo amigos, amigos que me dan la esperanza de que no me voy a quedar sola. Pero sé que como vinieron se irán, como los amigos del protagonista de esta historia. Ahora la historia se repite en una versión más joven y femenina de él. Es curioso que hasta yo, que voy por el mismo sendero de autodestrucción, le haya dado la espalda. Es curioso y doloroso reconocer que es imposible estar al lado de una persona como él, como yo.



"Todas las criaturas de este mundo mueren solas" - Roberta Sparrow, Donnie Darko.

jueves, 24 de marzo de 2011

¿Quién aparcó su coche sobre mi sandwich?

No sé cómo lo hago, pero cada vez que hablo con alguien acabo quedando como la basura. Como una egoísta, como una caprichosa, como una desagradecida, como una inconsciente, como una irracional, y sinceramente, ya estoy harta. Siempre soy esa persona que cree que todo el mundo está a su servicio. Pues bien, un día dejaré de pedir cosas, dejaré de pedir consejo, dejaré de hablar, dejaré de mirar, y simplemente desapareceré para no molestar a nadie nunca más, porque soy la basura y el estorbo que nadie quiere.

viernes, 4 de marzo de 2011

El amor puede ser una trampa


Creo que estar enamorado saca lo mejor y lo peor de alguien. Nunca saca solo lo mejor, ni hablar, eso es imposible, eso no es estar enamorado. Pero, ¿qué pasa cuando alguien saca solo lo peor de ti?... Yo una vez estaba enamorada, estoy segura de que lo estaba, pero el objeto de mi amor era un ser que me hacía tanto, tanto daño, que al final solo sacó lo peor. Yo lo dejé, porque sabía que solo sentiría dolor a su lado, y aparte de eso le hice mucho daño. Tuve otros novios mientras estaba enamorada de él y me vengué de él a través de ellos: los traté con lo mejor de mí, parecía la chica perfecta, para después ser la persona más cruel que hubieran conocido. Aunque estuviera con otras personas, yo seguía jugando con él, en parte por venganza y en parte porque estaba loca por él. También sacó lo peor de mí hacia mí misma. Cuando él empezó a odiarme, fue muy duro conmigo; pero yo seguía enamorada, así que creía en todo lo que decía sobre mí.
No sé en qué momento dejé de estar enamorada de él, creo que pasaron dos años hasta que eso ocurrió. Me di cuenta cuando nos besamos y no sentí lo que debía. Aun así estaba obsesionada con él, le quería a pesar de todo, y por mantenerle en mi vida me pisoteé una y otra vez, y también dejaba que él me pisoteara. Todo eso no sirvió de nada porque él dejó de quererme, dejé de importarle, y todo acabó. Tal era mi dependencia que he tenido que aguantar sin él, y poco a poco aprendo a librarme de todo el cargo de conciencia, de toda la culpa que siento por todo el daño que hice, tanto a quien lo merecía como a quien no, y a volver a quererme. Entré en una espiral de autodestrucción y cada vez estoy más dentro de la realidad.

Algo que he aprendido es a distinguir entre amor y trampa. No eliges de quién te enamoras, pero sí eliges de quién olvidarte, aunque sea difícil llevarlo a cabo. De todo lo que hice, lo único bueno fue decidir que no quería estar con esa persona, por mucho que la amara.

Foto: de la película Alta Fidelidad, cuyo personaje me recuerda al protagonista de mi historia. Si veis la película os haréis una idea de lo que tuve que aguantar. Capullos.

Aprended si podéis.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Contar problemas, un asunto peliagudo...

Estoy cansada de ver a la gente que se queda mirando cómo su vida pasa, como si fuera un ser pasivo de una vida que es en realidad solo suya.

Contar un problema es síntoma de que te importa. Contar algo por el hecho de dar información o contar algo para desahogarse tienen una estructura diferente que contar algo porque quieres ayuda. Generalmente son fácilmente distinguibles en la práctica.
Trataremos el tercer caso: contar en el sentido de querer ayuda. Si lo cuentas, estás compartiendo el problema: estás haciendo partícipe a otra persona. Si el problema te importa, entonces quieres arreglarlo. Si el otro es partícipe, también quieren arreglarlo. Esto se demuestra en que si cuentas un problema y no recibes respuesta o ayuda, nada cambia: el problema sigue ahí, y no has hecho partícipe al otro. Es decir, si cuentas un problema, el fin de ello es recibir ayuda; así que, si no quieres ayuda, o si no tienes interés en arreglar el problema, entonces no te importa, y si no te importa… ¡no lo cuentas! Porque no tendría sentido contarlo.
Y me enfado, y me duele, porque me hacen partícipe y me hacen preocuparme – que incluye la palabra “ocuparse”, y no es una inclusión incidental – cuando en realidad no se quiere ayuda. No me gusta, porque no entiendo que se utilice una estructura cuando se siente otra.
En definitiva: si no quieres ayuda, habla con la pared, no conmigo. Soy altamente preocupable.

martes, 22 de febrero de 2011

Una de música



Álbumes que me flipan hasta la saciedad. Y con eso quiero decir, que me gustan de cabo a rabo, que no hay excepciones, que no hay nada prescindible. ¡Ahí van! (y no es por orden):


Discovery, de Daft Punk.
Blood Sugar Sex Magik, de Red Hot Chili Peppers.
In Your Honor, de Foo Fighters.
Franz Ferdinand, de Franz Ferdinand.
Wish You Were Here, de Pink Floyd.

domingo, 6 de febrero de 2011

Un átomo en el universo


"Estoy solo en la orilla del mar, pensando. Olas veloces, montañas de moléculas, cada una estúpidamente a su aire, miles de millones de separación, pero, a su vez, formando en su conjunto una espuma blanca. Eones y eones antes de que ningún ojo pudiera verlas, año tras año golpeando estruendosamente la orilla como hoy. ¿Por qué? ¿Para quién? En un planeta muerto que no hospedaba vida alguna. Sin descanso, torturado por la energía prodigiosamente derrochada por el Sol, vertida en el espacio, su poder hace rugir el mar. En la profundidad de los mares, todas las moléculas repiten los patrones las unas de las otras, hasta que se forman otros nuevos y complejos. Éstos crean otros a imagen y semejanza, y se inicia una nueva danza. Aumentando en tamaño y complejidad, seres vivos, masas de átomos, ADN, proteínas danzan un patrón cada vez más intrincado. Ha salido de la cuna para llegar a la árida tierra, ahí está de pie, átomos provistos de consciencia, materia provista de curiosidad, de pie frente al mar, maravilla de maravillas, yo, un universo de átomos y un átomo en el universo."

Richard Feynman.

jueves, 27 de enero de 2011

¡LIBRE!



Parecerá extraño, pero acabo de reparar en que esta canción es impresionante. No por ser una moderna (relativamente claro) me decido olvidar de canciones que, aunque no son de mi estilo predilecto, son históricas y épicas.

Tiene casi veinte años y ya está cansado de soñar,
pero tras la frontera está su hogar, su mundo, su ciudad.
Piensa que la alambrada sólo es un trozo de metal,
algo que nunca puede detener sus ansias de volar.

Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre como el mar
Libre, como el ave que escapó
de su prisión y puede, al fin, volar
Libre, como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, camino sin cesar detrás de la verdad
y sabré lo que es, al fin, la libertad

Con su amor por bandera se marchó cantando una canción,
marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó,
y tendido en el suelo se quedó sonriendo y sin hablar,
sobre su pecho flores carmesí, brotaban sin cesar...

viernes, 21 de enero de 2011

Confesiones de una estudiante rallada y aburrida

Es una realidad, es un hecho. No me apetece estudiar.
Eso no está bien, porque me voy a dejar cosas, pero es que estoy hasta las narices. Y encima, ahora que estudio es cuando me acuerdo de todo lo que me puedo acordar en este mundo – curioso además, ya que ahora estoy estudiando para el examen de Psicología de la Memoria. Fíjate, que estudiando me ha saltado a la cabeza una canción que hace años y años que no escuchaba: You make me feel like dancing, de Leo Sayer. ¿Quién es? No lo sé. ¿Y POR QUÉ TENGO QUE ACORDARME AHORA, Y ENCIMA POR QUÉ SE ME TIENE QUE PEGAR LA MALDITA CANCIÓN? Que me gusta eh, pero no es el momento.
Pienso mucho en todo, todos los cambios que ha sufrido mi vida en los últimos años. He estado pensando en cuánto me torturaba porque había gente que me estaba dando la espalda a pesar de todos mis esfuerzos por lo contrario. Tantos cambios tan deprisa, tantos desengaños, tantos disgustos de repente. Pienso que 2007 fue uno de los mejores años de mi vida. Que 2008 fue el más estable. Y 2009, el maldito peor año. Siempre digo que el año nuevo no significa nada, que no es ninguna nueva etapa, pero con perspectiva parece que cada año ha tenido una tónica general. Curioso, ¿no?
El año 2010 parece haber sido, básicamente, un año de recuperación de los golpes de 2009 – y si nos ponemos ya muy generales, de todos los golpes de mi vida -, y de maduración. Ahora que es 2011 no noto el cambio de año, pero es posible que en 2012 me parezca que 2010 y 2011 no tuvieron nada que ver. Ojalá sea así, y me parezca que 2011 ha sido el mejor año de mi vida. Sigo sintiéndome vacía por todas mis pérdidas de 2009, pero no sé, quizá se me vaya pasando. Aunque parece que hay cosas que nunca van a dejar de atormentarme. Eso hace que, a pesar de que no me ha pasado nada realmente malo en 2010 – bueno, hubo una muerte dura, pero no comparada con las que habrá en un futuro que espero lejano -, no haya disfrutado el año como debiera, porque la verdad es que ha habido motivos para ser feliz en general. Temo que me pase lo mismo este año, y que esto no acabe nunca.
A veces creo que la mejor manera de sacarme el veneno es arreglándolo todo de alguna manera, pero las cosas están tan frías y rotas que es imposible. Así que me las tendré que arreglar yo sola. Esto tampoco es una novedad.

sábado, 15 de enero de 2011

Something in Pattie Boyd



Something in the way she moves,
attracts me like no other lover
Something in the way she woos me
I don't want to leave her now
You know I believe and how

Somewhere in her smile she knows
that I don't need no other lover
Something in her style that shows me
I don't want to leave her now
You know I believe and how

You're asking me will my love grow,
I don't know, I don't know
Stick around, and it may show
But I don't know, I don't know

Something in the way she knows,
and all I have to do is think of her
Something in the things she shows me
I don't want to leave her now
You know I believe and how






miércoles, 12 de enero de 2011

Goodbye smokers!


Los orgullosos del tabaco han caído en picado. Ellos nunca han respetado a los no fumadores, han ejercido su derecho a fumar donde pudieran  - y donde no, también - por mucho que le pudiera molestar a alguien. Para ellos, seguramente quien estuviera molesto por estar fumando de forma pasiva y no deseada era el que sobraba en la escena. Pues ese característico “respeto” por la salud de los no fumadores les ha salido muy mal, porque por fin se han leído nuestros derechos y hemos dicho: no, eres tú el que sobra, cabrón.
La nueva ley anti-tabaco es mucho más dura que la anterior, pero creo que era necesario. Seguramente el protagonista de Me llamo Earl creería que el karma les ha pagado con echarles de todos los establecimientos si quieren ahora fumar, bien, si no quieren no tienen por qué salir. Ahora serían ellos los que, agazapados, tendrían que preguntar al no fumador “¿te importa que fume?” y ahora con todas las de la ley, nuestro compañero dirá seca y deliciosamente “SÍ”. Yo he tenido que aguantar humaredas extremas, amigos que literalmente no paraban de fumar, gente que fumaba donde no estaba permitido y que aunque les llamaran la atención, a lo que el guardia de turno se diera la vuelta ya estaban recogiendo el cigarro a medio fumar del suelo.
Ahora los fumadores se quejan, los hosteleros se quejan también. Afirman unos que no irán al bar porque no pueden fumar allí, y los otros que efectivamente su economía caerá en picado por la pérdida inminente de clientes. Y yo a esto solo puedo decir…

¿SOIS TAN REMATADAMENTE PATÉTICOS COMO PARA QUEDAROS EN CASA O EN LA CALLE PARA PODER FUMAR TODO LO QUE QUERÁIS? ¿ES QUE EL TABACO OS HA PRIVADO DE DIGNIDAD? ¡POR FAVOR!

Yo estoy segura de que dejar el tabaco no es tan difícil. Es un vicio absurdo y asqueroso, con eso lo digo todo. Si te pasas una semana sin fumar, tu organismo se desintoxica, YA NO NECESITA MÁS. Pero el fumador sí necesita más, es la adicción, el “cuando bebo, fumo” y todos esos condicionamientos que nuestro organismo ha aprendido, los que son más duros de roer. Pero insisto, ahora que simplemente no se puede fumar ni cuando bebes, ni cuando comes, ni cuando nada… es el momento perfecto. Sé de gente - y me hierve la sangre - que simplemente no quiere dejarlo, no está interesada. Por favor, haceos un favor y hacédnoslo a los demás. Dejad de fumar. Saboread los alimentos. Ahorrad para salir de viaje con el dinero que no os gastáis. Respirad hondo el aire fresco - o con cocaína si vivís en Madrid -. Mantened el olor a Norit de vuestra ropa, y el olor a jabón de vuestras manos. ¿No suena bien? Y sobre todo, en la foto tenemos el caso de George Harrison, mirad cuánto fumaba y qué bien. Murió de cáncer de garganta y de pulmón a causa del tabaco en 2001, a los 58 años. ¿Esas cosas no os hacen pensar?

Ahora los fumadores piden respeto y libertad. ¿Cuándo han respetado ellos a los no fumadores, cuando han librado a sus pulmones de humo cancerígeno?
VENDETTA.

lunes, 10 de enero de 2011

Reflexiones famosas



"Amar y sufrir es, a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad"
- Gregorio Marañón.


(visto en la parada de metro dedicada a tan célebre personaje - en la imagen)

domingo, 2 de enero de 2011

Una de miedo

Riesgo de salir una noche y que te ocurra algo parecido a esto:

Yo salí anoche, Nochevieja. Casi ni me apetecía, porque lo veo caro y excesivamente agobiante como para ser una simple noche de fiesta. Pero me animé y me dije: "Esta es la última oportunidad que le doy a la Nochevieja. Si no me lo paso bien, no celebraré otra". Estas palabras han condenado mis próximas nocheviejas.
Todo iba bien. Estaba allí con mis amigas, bailando, pidiendo copas, haciendo amistad con desconocidos y declinando amablemente las proposiciones de tema. En total, creo que me tomé unas tres copas. Y digo "creo" por el motivo que nos acontece, la razón por la que cuento mi historia.
De repente, estoy en la calle con una de mis amigas. ¿Cómo he llegado ahí fuera? No tengo manera de recordarlo. ¿Qué había pasado en las últimas horas? No lo sé. Estaba nerviosa, agresiva, algo me pasaba pero no sabía qué. Creía que la gente me estaba amenazando, pero mis amigas no entendían lo que me pasaba y decidí separarme de ellas. Hubo varios forcejeos porque ellas no querían que me separara, y en uno de ellos intenté pegar a mi mejor amiga. Gracias doy de haber fallado. Tenía el abrigo puesto y ni lo sabía - ya que ni siquiera recordaba haberlo recogido en el ropero, no era consciente ni de que lo llevaba. No tenía puesto el lazo que me había puesto en la cintura. En los forcejeos me descosieron un botón del abrigo, y también doy gracias porque mi estado no impidió que lo guardara y aquí lo tengo. Total, que una vez estábamos las cuatro fuera, pude escaparme y corrí rápido rápido, como si tuviera poderes. Dejé atrás a mis amigas y mis zapatos. Por lo visto, una de ellas se cayó y yo me reí de ella, pero no lo recuerdo. Todo era tan confuso. Llegué hasta una parada de autobús y llamé a mi madre para que me ayudara a volver a casa. Tras mucho tiempo, en el que un chico se quedó a cuidar de mí, mi madre vino en un taxi a por mí. Durante la espera, mis amigas fueron a mi casa a llevar mis zapatos.

Perdí la dignidad, pero no los zapatos. Ni mi botón. Pero sí mi lazo... y la memoria.

Solución: me metieron algo en la copa, que provocó mis alucinaciones y mi laguna mental.
Conclusión: controla tu copa.
Solución número dos: fabricaré una tapa para copas.
Preguntas frecuentes: ¿qué ganará la basura de persona que me ha hecho esto? Ahora tienes una pasti menos, cabrón.

¡Ah por cierto! Feliz año 2011. Disfrutadlo con salud.