Creo que te hiciste con tanto poder sobre mi persona que me robaste el que yo misma tenía. Ahora me he quedado sin nada, porque tú te lo llevaste todo. Y la culpa es mía, porque derrumbé mis muros ante quien no debía; y aunque no lo merecieras, jamás debí permitir que nadie se me acercara tanto. ¿Cómo puedo recuperar mi poder sin acercarme a cogértelo?