No sé cómo lo hago, pero cada vez que hablo con alguien acabo quedando como la basura. Como una egoísta, como una caprichosa, como una desagradecida, como una inconsciente, como una irracional, y sinceramente, ya estoy harta. Siempre soy esa persona que cree que todo el mundo está a su servicio. Pues bien, un día dejaré de pedir cosas, dejaré de pedir consejo, dejaré de hablar, dejaré de mirar, y simplemente desapareceré para no molestar a nadie nunca más, porque soy la basura y el estorbo que nadie quiere.