miércoles, 1 de agosto de 2012

Easy target.


Ojalá no necesitase cerrar de aquella forma las viejas heridas. Necesito todas las respuestas, o será algo que no dejará de atormentarme, en mayor o menor medida. Tengo que entender todo lo que ocurrió. El tiempo ha calmado mi pena, y ha ido descubriendo cosas que no había caído en la cuenta de su existencia y relevancia para poder formar una trama con sentido sobre lo que en mi pasado aconteció. Por qué él no me provoca un escalofrío, y tú sí. No tiene sentido en un mundo perfecto, pero éste no lo es, y el mío mucho menos. Jamás vas a darme lo que necesito, y lo sé. A veces tengo la sensación de que esto para mí nunca podrá acabar; noches como ésta, que soy un blanco fácil, y tú apareces de repente, sin anestesia. Cómo es posible, después de todo... Es absurdo preguntárselo, casi tan absurdo como seguir sufriendo esa punzada en el corazón cada vez que te siento. Los años pasan, y con ellos pasaron los llantos, las terribles dudas, el profundo dolor, y supongo que esto también pasará. Pero ahora mismo, sin poder apartar la mirada, cuesta convencerse de ello.