jueves, 27 de enero de 2011

¡LIBRE!



Parecerá extraño, pero acabo de reparar en que esta canción es impresionante. No por ser una moderna (relativamente claro) me decido olvidar de canciones que, aunque no son de mi estilo predilecto, son históricas y épicas.

Tiene casi veinte años y ya está cansado de soñar,
pero tras la frontera está su hogar, su mundo, su ciudad.
Piensa que la alambrada sólo es un trozo de metal,
algo que nunca puede detener sus ansias de volar.

Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre como el mar
Libre, como el ave que escapó
de su prisión y puede, al fin, volar
Libre, como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, camino sin cesar detrás de la verdad
y sabré lo que es, al fin, la libertad

Con su amor por bandera se marchó cantando una canción,
marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó,
y tendido en el suelo se quedó sonriendo y sin hablar,
sobre su pecho flores carmesí, brotaban sin cesar...

viernes, 21 de enero de 2011

Confesiones de una estudiante rallada y aburrida

Es una realidad, es un hecho. No me apetece estudiar.
Eso no está bien, porque me voy a dejar cosas, pero es que estoy hasta las narices. Y encima, ahora que estudio es cuando me acuerdo de todo lo que me puedo acordar en este mundo – curioso además, ya que ahora estoy estudiando para el examen de Psicología de la Memoria. Fíjate, que estudiando me ha saltado a la cabeza una canción que hace años y años que no escuchaba: You make me feel like dancing, de Leo Sayer. ¿Quién es? No lo sé. ¿Y POR QUÉ TENGO QUE ACORDARME AHORA, Y ENCIMA POR QUÉ SE ME TIENE QUE PEGAR LA MALDITA CANCIÓN? Que me gusta eh, pero no es el momento.
Pienso mucho en todo, todos los cambios que ha sufrido mi vida en los últimos años. He estado pensando en cuánto me torturaba porque había gente que me estaba dando la espalda a pesar de todos mis esfuerzos por lo contrario. Tantos cambios tan deprisa, tantos desengaños, tantos disgustos de repente. Pienso que 2007 fue uno de los mejores años de mi vida. Que 2008 fue el más estable. Y 2009, el maldito peor año. Siempre digo que el año nuevo no significa nada, que no es ninguna nueva etapa, pero con perspectiva parece que cada año ha tenido una tónica general. Curioso, ¿no?
El año 2010 parece haber sido, básicamente, un año de recuperación de los golpes de 2009 – y si nos ponemos ya muy generales, de todos los golpes de mi vida -, y de maduración. Ahora que es 2011 no noto el cambio de año, pero es posible que en 2012 me parezca que 2010 y 2011 no tuvieron nada que ver. Ojalá sea así, y me parezca que 2011 ha sido el mejor año de mi vida. Sigo sintiéndome vacía por todas mis pérdidas de 2009, pero no sé, quizá se me vaya pasando. Aunque parece que hay cosas que nunca van a dejar de atormentarme. Eso hace que, a pesar de que no me ha pasado nada realmente malo en 2010 – bueno, hubo una muerte dura, pero no comparada con las que habrá en un futuro que espero lejano -, no haya disfrutado el año como debiera, porque la verdad es que ha habido motivos para ser feliz en general. Temo que me pase lo mismo este año, y que esto no acabe nunca.
A veces creo que la mejor manera de sacarme el veneno es arreglándolo todo de alguna manera, pero las cosas están tan frías y rotas que es imposible. Así que me las tendré que arreglar yo sola. Esto tampoco es una novedad.

sábado, 15 de enero de 2011

Something in Pattie Boyd



Something in the way she moves,
attracts me like no other lover
Something in the way she woos me
I don't want to leave her now
You know I believe and how

Somewhere in her smile she knows
that I don't need no other lover
Something in her style that shows me
I don't want to leave her now
You know I believe and how

You're asking me will my love grow,
I don't know, I don't know
Stick around, and it may show
But I don't know, I don't know

Something in the way she knows,
and all I have to do is think of her
Something in the things she shows me
I don't want to leave her now
You know I believe and how






miércoles, 12 de enero de 2011

Goodbye smokers!


Los orgullosos del tabaco han caído en picado. Ellos nunca han respetado a los no fumadores, han ejercido su derecho a fumar donde pudieran  - y donde no, también - por mucho que le pudiera molestar a alguien. Para ellos, seguramente quien estuviera molesto por estar fumando de forma pasiva y no deseada era el que sobraba en la escena. Pues ese característico “respeto” por la salud de los no fumadores les ha salido muy mal, porque por fin se han leído nuestros derechos y hemos dicho: no, eres tú el que sobra, cabrón.
La nueva ley anti-tabaco es mucho más dura que la anterior, pero creo que era necesario. Seguramente el protagonista de Me llamo Earl creería que el karma les ha pagado con echarles de todos los establecimientos si quieren ahora fumar, bien, si no quieren no tienen por qué salir. Ahora serían ellos los que, agazapados, tendrían que preguntar al no fumador “¿te importa que fume?” y ahora con todas las de la ley, nuestro compañero dirá seca y deliciosamente “SÍ”. Yo he tenido que aguantar humaredas extremas, amigos que literalmente no paraban de fumar, gente que fumaba donde no estaba permitido y que aunque les llamaran la atención, a lo que el guardia de turno se diera la vuelta ya estaban recogiendo el cigarro a medio fumar del suelo.
Ahora los fumadores se quejan, los hosteleros se quejan también. Afirman unos que no irán al bar porque no pueden fumar allí, y los otros que efectivamente su economía caerá en picado por la pérdida inminente de clientes. Y yo a esto solo puedo decir…

¿SOIS TAN REMATADAMENTE PATÉTICOS COMO PARA QUEDAROS EN CASA O EN LA CALLE PARA PODER FUMAR TODO LO QUE QUERÁIS? ¿ES QUE EL TABACO OS HA PRIVADO DE DIGNIDAD? ¡POR FAVOR!

Yo estoy segura de que dejar el tabaco no es tan difícil. Es un vicio absurdo y asqueroso, con eso lo digo todo. Si te pasas una semana sin fumar, tu organismo se desintoxica, YA NO NECESITA MÁS. Pero el fumador sí necesita más, es la adicción, el “cuando bebo, fumo” y todos esos condicionamientos que nuestro organismo ha aprendido, los que son más duros de roer. Pero insisto, ahora que simplemente no se puede fumar ni cuando bebes, ni cuando comes, ni cuando nada… es el momento perfecto. Sé de gente - y me hierve la sangre - que simplemente no quiere dejarlo, no está interesada. Por favor, haceos un favor y hacédnoslo a los demás. Dejad de fumar. Saboread los alimentos. Ahorrad para salir de viaje con el dinero que no os gastáis. Respirad hondo el aire fresco - o con cocaína si vivís en Madrid -. Mantened el olor a Norit de vuestra ropa, y el olor a jabón de vuestras manos. ¿No suena bien? Y sobre todo, en la foto tenemos el caso de George Harrison, mirad cuánto fumaba y qué bien. Murió de cáncer de garganta y de pulmón a causa del tabaco en 2001, a los 58 años. ¿Esas cosas no os hacen pensar?

Ahora los fumadores piden respeto y libertad. ¿Cuándo han respetado ellos a los no fumadores, cuando han librado a sus pulmones de humo cancerígeno?
VENDETTA.

lunes, 10 de enero de 2011

Reflexiones famosas



"Amar y sufrir es, a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad"
- Gregorio Marañón.


(visto en la parada de metro dedicada a tan célebre personaje - en la imagen)

domingo, 2 de enero de 2011

Una de miedo

Riesgo de salir una noche y que te ocurra algo parecido a esto:

Yo salí anoche, Nochevieja. Casi ni me apetecía, porque lo veo caro y excesivamente agobiante como para ser una simple noche de fiesta. Pero me animé y me dije: "Esta es la última oportunidad que le doy a la Nochevieja. Si no me lo paso bien, no celebraré otra". Estas palabras han condenado mis próximas nocheviejas.
Todo iba bien. Estaba allí con mis amigas, bailando, pidiendo copas, haciendo amistad con desconocidos y declinando amablemente las proposiciones de tema. En total, creo que me tomé unas tres copas. Y digo "creo" por el motivo que nos acontece, la razón por la que cuento mi historia.
De repente, estoy en la calle con una de mis amigas. ¿Cómo he llegado ahí fuera? No tengo manera de recordarlo. ¿Qué había pasado en las últimas horas? No lo sé. Estaba nerviosa, agresiva, algo me pasaba pero no sabía qué. Creía que la gente me estaba amenazando, pero mis amigas no entendían lo que me pasaba y decidí separarme de ellas. Hubo varios forcejeos porque ellas no querían que me separara, y en uno de ellos intenté pegar a mi mejor amiga. Gracias doy de haber fallado. Tenía el abrigo puesto y ni lo sabía - ya que ni siquiera recordaba haberlo recogido en el ropero, no era consciente ni de que lo llevaba. No tenía puesto el lazo que me había puesto en la cintura. En los forcejeos me descosieron un botón del abrigo, y también doy gracias porque mi estado no impidió que lo guardara y aquí lo tengo. Total, que una vez estábamos las cuatro fuera, pude escaparme y corrí rápido rápido, como si tuviera poderes. Dejé atrás a mis amigas y mis zapatos. Por lo visto, una de ellas se cayó y yo me reí de ella, pero no lo recuerdo. Todo era tan confuso. Llegué hasta una parada de autobús y llamé a mi madre para que me ayudara a volver a casa. Tras mucho tiempo, en el que un chico se quedó a cuidar de mí, mi madre vino en un taxi a por mí. Durante la espera, mis amigas fueron a mi casa a llevar mis zapatos.

Perdí la dignidad, pero no los zapatos. Ni mi botón. Pero sí mi lazo... y la memoria.

Solución: me metieron algo en la copa, que provocó mis alucinaciones y mi laguna mental.
Conclusión: controla tu copa.
Solución número dos: fabricaré una tapa para copas.
Preguntas frecuentes: ¿qué ganará la basura de persona que me ha hecho esto? Ahora tienes una pasti menos, cabrón.

¡Ah por cierto! Feliz año 2011. Disfrutadlo con salud.