sábado, 30 de abril de 2011

Where do you go when no one's following you?


"Arlandria" es como empieza esto. Es lo primero que escucho. ¿Qué es? No lo sé. ¿Me importa? Sí, un poco. Pero no por ello lo busco. Vivo en un momento que cuando creía que no podía tener más cosas por hacer, surgen cosas nuevas, quiero y debo hacerlo todo, pero estoy tan saturada que al final acabo haciendo cualquier cosa estúpida que está fuera de la lista. Un momento, ¿qué lista? Necesito parar y ponerme a pensar pero ni así. Las ideas me apabullan, me abruman, me persiguen y no hay forma de organizarlas. Tengo tanto que hacer, tanto que pensar. Se me está juntando todo y creo que soy poca persona para tantas cosas. Estoy creciendo. Y conmigo, crecen los miedos, los dilemas, las decisiones difíciles. Necesito una madurez de la que no sé si dispongo. No puedo quedarme sentada esperando a que todo se solucione, ya no. Esto se trata de mí y solo de mí.
Sé que he crecido, lo noto y me alegro. Tal vez no me alegro de que a veces se me ha forzado a crecer. He tenido que tomar decisiones, me han pasado algunas cosas que no desearía a nadie, y menos a nadie tan joven como yo era. No quiero hundirme en mis miserias. Solo quiero que me conozcas y me comprendas. Siento que alguien le ha dado el botón de pasar hacia delante mi vida. Sin embargo me han pasado otras cosas que podrían haberme pasado en cualquier otro momento, joven o mayor, para las que simplemente yo, por ser como soy, no estaba preparada. Pienso en todo ello y veo que soy una persona fuerte. Pero no sé por cuánto tiempo.
Ahora mismo me encuentro en proceso de cambios en mi vida determinantes, y no encuentro apoyo de las personas de las que más lo necesito. Mi familia. No les importa lo que yo quiero. Siempre se trata de lo que quieren ellos; hay que sentirse afortunado cuando los deseos de las dos partes coinciden. Por eso me siento tan miserable y tan sola en todo esto. Por una parte me alegra que traten de evitar que me vaya, pero por otro lado... ¿no podrían alegrarse de que consiga mis objetivos?
Vuelvo la vista atrás una vez más. Ha pasado un año más. Ahora parece todo tan lejano, ahora mismo las fechas que importaban ya no significan nada. Pero a la vez, esos acontecimientos que en mi mente mantengo son aquellos que me colocan aquí y ahora, en mi vida. Está claro que la cosa se ha deformado, y lo que tendría que significar una cosa ahora significa otra muy distinta. Me doy cuenta de que hace un año sufrí y lloré, y esta vez es una imagen lejana. No pensé que llegaría este día. Sin duda, avanzo.
Menos mal.

viernes, 15 de abril de 2011

How can I try to explain?

Me he dado cuenta de que mis juicios de valor están plagados de estas dos expresiones: “me encanta” y “no soporto”. Blanco o negro, botella medio llena o medio vacía, dos extremos, dos polos opuestos, sí o no. Sinceramente no me consideraba una radical, pero ahora lo pienso y… ¿lo soy? Yo, que soy una persona que suele decir lo que siente – aunque cada vez menos, una va aprendiendo a callarse -, pues… si amo u odio… lo digo… y si lo digo, es porque lo siento…
Vamos, digo yo.

No sé si me gusta o no, me gusta tener las ideas claras, pero tampoco me gusta posicionarme y decirle a alguien que lo que hace no está bien. Pero creo que lo hago bastante a menudo.

Hoy me paraba a pensar, ¿por qué tengo que ser yo quien se adapte a los demás, y no los demás a mí? Deberíamos adaptarnos unos a otros, pero en la práctica eso no es así ni de lejos. Pensaba, si yo pido a alguien que no me haga algo que a mi me duele, ¿por qué el hecho de que a él no le pase lo mismo justifica que no lo cambie? No quiero irme de la lengua, no quiero tener que estar explicando la causa primera de todo lo que me molesta de forma más o menos irracional. Aseguro que no pido demasiado.

Me siento muy confusa con todo esto, empiezo a desconocerme, a impersonalizarme, a verme vacía.